“Padre nuestro que estás en los Cielos... ¡Sea reconocido que Tu Nombre es Puro!... Haz venir Tu Reino, haz que Tu Voluntad tome lugar sobre el Planeta Tierra, como lo ha hecho en los Cielos... Danos hoy nuestra porción cotidiana de la Torah... Condona nuestras deudas, como hemos condonado las de nuestros deudores… No permitas que seamos sometidos a dura prueba, más bien, rescátanos del Maligno, porque a Ti Te pertenecen el Reino, el Poder y el Peso de la Pureza, por siempre y para siempre... ¡Amé”n!”
(Mt 6:9-13) |